miércoles, 8 de febrero de 2017

"EL ALUMNO NUEVO"

Así suelen llamar los niños al compañero que ingresa por primera vez al aula, llegó el “nuevo” y basta el apelativo para dificultar el proceso por el que atraviesa este alumno.
Las causas pueden ser variadas, mudanza de domicilio, optar por un colegio más grande, dificultades económicas de los padres, cambio de local o cambio de nivel de estudios, en estos dos últimos aunque mantienen los mismos compañeros, también se vivencian cambios y habrán rostros y normas nuevas incluso  pasar de ser el más grande al ser el más pequeño  es un cambio importante,en fin, son muchas los motivos que pueden dar pie a esta decisión y no siempre los hijos reciben bien esta noticia.
Tengamos en cuenta que los cambios son difíciles de asimilar en ciertas edades, así los niños más pequeños (kínder) verán la mayor dificultad en la ausencia de los padres y cuesta mucho ese desapego, por lo que las maestras están atentas a este periodo de adaptación que los padres deben comprender. Los niños más grandes ya tiene ciertas ideas de su vivencia en el colegio y los cambios siempre parten de la comparación: “mi colegio era mejor, más grande, mis amigos son más buenos, los profesores no me conocen, no entiendo las normas del centro etc, todas estas frases nos dan idea de lo renuentes que son a los cambios cuando éstos se dan sin explicárselos.

Por los motivos antes mencionados o cualquier otro que sea, entendamos como adultos que ellos no comprenden esas causas y además suelen estar acompañadas de mucha carga emocional que dejamos de lado para actuar de manera práctica y esperamos de ellos lo mismo, sin darnos cuenta que aún no cuentan con las herramientas para sobrellevar todo a la vez.

Seguir adelante.- Esta exigencia sobre nosotros mismos, se da porque asumimos la realidad con responsabilidad, sin embargo los hijos están aprendiendo  ambas cosas, no podemos exigirles ello pero si podemos enseñarles a continuar “a pesar de” porque en el futuro habrán muchas más lecciones en este sentido. Es probable que te pidan continuar el vínculo con el anterior colegio y/o amigos, y eso está bien mientras que al mismo tiempo se den pasos hacia adelante y no se viva en el pasado.
Lo desconocido causa temor a cualquiera, por ello es recomendable ubicar qué es precisamente lo que esta originándolo, así también evitamos la angustia de los padres, que se incrementa al ver los cambios de actitud en ellos y muchas veces esta angustia se transforma  en cólera o culpa. Tampoco se trata de evitar que sienta esos temores o negarlos porque así tampoco ayudamos a fortalecerlos ante situaciones difíciles, que como bien sabemos, son parte de la vida y es nuestro deber prepararlos para ello.

¿Qué podemos hacer?

Ayudarlo a resolver.-Preguntarle qué es lo más difícil, porqué y cómo lo piensa resolver, nos dará cuenta de lo que tu hijo está viviendo, a veces no tendrá claro sus temores, ayúdalo a ubicarlos y expresarlos; en otras ocasiones te dará distintos sustentos, ayúdalo a aclarar sin  minimizar su miedo  y en la resolución podrás escuchar desde las ideas más fantasiosas hasta las violentas y ese es el momento de canalizar aquello que pasa por su mente para orientar las acciones y las consecuencias de las mismas; con esta práctica, ante tu ausencia, él tendrá el mismo ejercicio de análisis antes de actuar decidiendo con menos impulsos y asumiendo los resultados de su elección.
Ten paciencia.- Estos procesos no son inmediatos, pero tu propósito de ayudarlos a fortalecer tendrá frutos permanentes en tu hijo. Habrán días en lo que no querrá comentar,  basta con observarlo, a veces sus actitudes nos dicen muchas más, por ejemplo dificultades al dormir, pérdida de apetito, estado irascible o desgano,  No es fácil para ti con cientos de cosas por hacer, pero no olvides que tampoco es fácil para él y tú eres su seguridad ante los cambios, si no cuenta contigo, entonces ¿con quién? ¿qué alternativa le das si siempre te encuentra indispuesto?.
Presencia.-Si la oscuridad necesita luz para ser eliminada, el temor necesita compañía. La clave es comprensión en la justa medida - sin exagerar o minimizar- pues estas actitudes lo harán sentirse desvalido y eso no se espera de los padres, todo lo contrario, brinda confianza porque si mientes o callas algo, por evitar dañarlo, él no volverá a confiar en ti y le será más difícil confiar en los otros justo ahora que necesita abrirse a los demás y sentirse aceptado y respetado.

DESDE SU PUNTO DE VISTA.- Los niños suelen tener ciertos temores ante los cambios abruptos o muchos cambios pequeños, que serán sencillos de manejar pero que demandan ciertas habilidades de su parte y mucho  apoyo de la familia. Veamos que puede estar pasando dentro de la cabeza del “alumno nuevo” respecto a:
·         Los amigos.- ¿Cómo será el grupo?,ninguno me habla, parece que no tengo nombre solo soy “el niño nuevo”, me miran de forma incomoda, ellos ya se conocen, hay grupos formados si entro al que no es correcto, ellos no tienen nada que ver conmigo, extraño a mis amigos, ¿qué estarán haciendo ahora mismo?
·    La Familia.- No puedo fallar, van a llamar a mis padres si no hago bien las cosas, mis notas tienen que ser buenas y no me siento bien aquí, ¿por qué me castigaron? ¿por qué me obligan a pasar por esto?.
·     El Colegio.- Es distinto de tamaño, no conozco a los profesores, no entiendo el sistema, no me gusta presentarme en cada hora de clase, el método de los profesores es muy distinto y no me gusta, no voy a participar en clase, no se parece en nada a “mi colegio”.

NO OLVIDAR
Todo cambio es un proceso que necesita adaptación, no es rápido pero sobretodo no es fácil para todos y algunos necesitan más tiempo y esfuerzo en ello. Hay que ser pacientes porque se trata de cambios que implican muchas emociones diversas, casi siempre la tristeza de lo que se dejaste no te permite ver lo que estás adquiriendo ¡vamos! hay que poner de nuestra parte y confiar que los padres siempre quieren lo mejor para los hijos, aunque a veces no nos gusta.

Cada crisis puede ser una experiencia de crecimiento si todos los apoyamos, aquí algunas recomendaciones:

  • Compañeros.-Preguntar diariamente cómo les fue en el colegio, así recoges y canalizas sus experiencias y opiniones transmitiéndole confianza. Puedes realizar una actividad en casa para conocer a sus compañeros.
  •  Familias.- Los padres de los amigos de tus hijos, también se convertirán en tus amigos, tienen mucho por compartir y serán un apoyo valioso en distintas circunstancias, participa de las actividades que permitan integrarte al grupo.
  • Colegio.- Existe una alianza tácita para que los objetivos se logren, es importante generar un vínculo con los docentes a cargo y participar activamente en las reuniones y actividades que se programen, recuerda que el colegio realiza una parte de la labor, pero la responsabilidad de la formación de tu hijo es tuya.

    Finalmente, al ser un alumno nuevo,tienes la oportunidad de cambiar muchos aspectos en tu  vida, como tus hábitos y costumbres que pueden mejorar y adaptarlos al nuevo entorno. Como padres también podemos ser nuevos y mejores en al apoyo y constancia a nuestros hijos; solo tomando la oportunidad de vivir esta etapa juntos vamos a lograr un vínculo de confianza solido que nos ayudará en las etapas futuras .

2 comentarios:

  1. ¡Qué importante es el diálogo! Para mirarse y mirar el contexto por dentro y por fuera... muchas veces olvidamos que los niños también tienen problemas por resolver día a día.

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