Hay
madres que sueñan con escuchar de los labios de sus hijos “mamá
ya estoy grande”, pues eso implica independencia, libertad y con
ello, la madurez de su criterio.
No es lo
mismo escuchar “mami yo solito”, cuando están pequeños, esta frase supone el querer probar que han aprendido algo y demostrarlo; aunque
las madres estaremos pendientes de cualquier riesgo que durante este
aprendizaje pueda generarse.
Este “yo
solito”, te marca una linea divisoria, pues cuanto más pequeños
estaremos más atentos a sus necesidades, son muy dependientes por
naturaleza, hasta que con tu ayuda van aprendiendo a independizarse.
“Mamá
ya estoy grande” implica mucho más; es casi apelar a tu conciencia,
haciéndote entender que han crecido y han cambiado, que necesitan de
ti otras cosas, y que debes respetar sobretodo, sus decisiones,
estilos, pensamientos, intereses, y demás por que te guste o no, son
distintas a las tuyas.
Se acabo
el "porque sí", "porque yo lo digo" ahora te toca como madre escuchar,
comprender y como siempre guiar.
HIJOS INDEPENDIENTES
Te has
puesto a pensar ¿qué significa tener un hijo independiente y si eso
te gustará?
Actualmente
estoy pasando por una etapa de cambios en mi vida (y la de mis hijos)
que me hace notar y descubrir en la gran mayoría que esta
“independencia” no es siempre bienvenida o en tal caso no es bien
manejada por las madres.
"Mi hijito será siempre mi bebé", "No le faltará nada porque para eso esta su madre", "Cuando te cases no mudamos juntos" "Yo buscaré las mejores oportunidades para ti" y cientos de frases más que me hacen pensar que la independencia de los hijos implica para las madres que la vida se termina y es cuando se inicia el drama.
Cuando
nosotras protegemos a nuestros hijos, lo hacemos para evitar
cualquier daño que como adultos advertimos, pero a veces infundamos
nuestros temores- ojo no son los suyos- y hasta caemos en la
sobreprotección al punto de subestimar sus reales posibilidades.
Desde muy
pequeños les damos ciertas responsabilidades de acuerdo a su edad,
pero no podemos realizar siempre las tareas por ellos. Estás
responsabilidades se irán incrementando porque tu hijo se irá
haciendo más capaz con los años, en este trayecto ellos demuestran
lo que son, cómo piensan, qué les gusta, y te toca ahora a ti
aprender a conocerlo para confiar él o ella, que no es más que ver
tu propio resultado.
Menciono
esto porque a medida que ellos crecen y tienen “sus formas” se
inician las discusiones domésticas, sin darnos cuenta crecieron y
no podemos pretender que debemos indicarles todo y que ellos actuarán
-como programados- igual que cuando eran niños y no sabían hacer
cosas solos.
Ya
crecieron y tienen, al igual que tu, “su manera” de ser, y eso es
bueno, muchas veces significarán retos de aprendizaje mutuo, pues en
ningún caso pretenderás que tus hijos tengan “TU manera de ser”.
PADRES
INDEPENDIENTES
Lee con
detenimiento:
Es la
primera vez que se queda solo, ¿Estará llorando? ,¿Confiará en
que regresaré a la hora que le dije? ¡No le puedo fallar!
Estas
expresiones de los padres ante las primeras veces de “algo” con sus hijos, a
medida que pasa el tiempo, también se convierten en expresiones de
los hijos respecto a los padres cuando crecen, ahora vuelve a leerlas pero en la posición
de tu hijo, verás que es igual de válido.
Y es que
ellos también quieren padres independientes, que no los asfixien
dándoles mensajes de que serán sus eternos pequeños.
No nos
ceguemos al punto de pensar que por amor los vamos a proteger de todo
y de todos, a veces es inevitable que tengan experiencias dolorosas
pero son parte de la vida a la que los hemos traído.
Sepamos
manejar progresivamente la separación natural de los hijos, no
esperemos que estén grandes para ver este tema, desde pequeños
podemos comprender que es lo más saludable para todos, son tus hijos
pero no te pertenecen, darles confianza permitirá que sepan
defenderse en la vida y realicen sus sueños.
Las
etapas naturales de dependencia deben ser superadas por padres e
hijos, en su momento y a su ritmo, sin forzar nada; aquí el amor
será el motor de la paciencia y solo así se conocerán sus
necesidades y sus intereses .
Lo dañino
desde mi humilde punto de vista ,resulta cuando se alimenta y alarga
esa dependencia para crear un vínculo de necesidad, que emite el
mensaje errado al hijo “no puedes solo” y esto sucede
sencillamente por no haber comprendido y aceptado años atrás que
los hijos deben ser independientes, eso hay que lograrlo y
celebrarlo.
Ante
cualquier nueva situación surgen los temores, tanto para los padres
como para los hijos, porque están aprendiendo y debutando, pero es
necesario tener la experiencia para crecer y notar si vamos por buen
camino, y qué es lo que tenemos que mantener o eliminar para nuestra continua mejora.
Cuando
era pequeño forrabas las esquinas de los muebles para evitar un gran
golpe, cuando aprendió a caminar andabas doblado atrás de él
vigilando su movimiento, te costo que se quede solo en el nido la
primera vez, todo esto es porque estuviste atento sus necesidades y
te preocupas por ello. ¡Lo hiciste bien!
Cuando
inician su independencia no es distinto, también estarás atento
pero a otro nivel y aún así el riesgo de equivocarse siempre
esta latente, porque nadie es perfecto, pero cegarse es ser
indiferente por que “ya creció”,¿notas la diferencia?
No seamos
absorbentes, creyendo que podemos solucionarles todo por que siguen
siendo pequeños, tampoco indiferentes por que están grandes y debe
“costarles” tanto como a ti; tu siempre serás su guía. Hay que
saber respetar las decisiones de ellos y no enojarnos por que toman
una ruta distinta a la que nosotros quisiéramos, de igual manera
cuando hacen las cosas mal, no podemos ser ciegos y pensar que
nuestro hijito (a) no se equivoca, por el contrario si hemos actuado
coherentemente nuestra opinión será importante para ellos.
Crecieron
y aceptar ello, indica madurez de tu parte y capacidad de hacer las
cosas bien, apoya a tu hijo en sus oportunidades, y la búsqueda de
su realización, no podemos en nombre del titulo de padres sabotear
sus sueños, si eso llega a pasar nos podemos quejarnos de la actitud
de nuestros hijos cuando intenten defenderse. El ser indiferentes con
los padres es una respuesta que puedes evitar si respetas a tu
hijo(a) siempre.
Recuerda:
- Tus hijos no son ingratos al dejarte, están iniciando su vida al igual que tu lo hiciste algún día, siéntete feliz por ello, apóyalo y disfruta, seguro también tienes pendientes algunos planes personales para esta etapa.
- Si aún tus hijos están pequeños, disfrútalos mucho, se afectiva porque es la semilla que crecerá con ellos, prepara tu corazón para darles lo mejor de ti cuando te necesite.
- No te postergues, ser mamá no es limitarse a vivir para ellos, analicemos esta exclusividad que a veces alimenta frustraciones, mal humor y sentimientos errados de pertenencia o traición cuando ellos crecen. Ser mamá es un aspecto de tu vida, desarrollar todos los demás armónicamente te ayudará a ser feliz.
- Busca la realización de tus metas y enseña a que tus hijos las tengan y las consigan, los hijos no son una segunda oportunidad de realizar tus sueños trabados, ellos tienen los suyos.
- Tu fuiste siempre una personas importante en su niñez, cuando crezca eso no cambiará, pon de tu parte para mantener una óptima relación con tu hijo; en donde ni él ni tu sean víctimas sino personas felices.
El tiempo
pasó muy rápido y me sigo preparando para ser una mamá
independiente.
¡TE QUIERO MUCHO HIJO! |
No suelo
poner imágenes personales, pero en esta
ocasión les presento a la
motivación de este artículo, mi compañero y gran amigo, quien me
hizo conocer el amor maternal por primera vez.
Gracias a
las personas que influyeron y me
animaron a escribir sobre este tema, espero
haberles dado UNA MANITO
MUY INTERESANTE Y ME SERVIRA DE MUCHO
ResponderEliminarGRACIAS POR ESTA PUBLICACION Y MUCHOS EXITOS
ISA
Gracias a ti, Isa por escribirnos.
ResponderEliminarCOMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
ResponderEliminarEN LA CONDUCCION DIARIA
Cada señalización luminosa es un acto de conciencia.
Ejemplo:
Ceder el paso a un peatón.
Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.
Poner un intermitente.
Cada vez que cedes el paso a un peatón
o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.
Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.
Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.
Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años
Muchas gracias por compartir Joaquin
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