Así suelen llamar
los niños al compañero que ingresa por primera vez al aula, llegó el “nuevo” y
basta el apelativo para dificultar el proceso por el que atraviesa este alumno.
Las causas pueden
ser variadas, mudanza de domicilio, optar por un colegio más grande,
dificultades económicas de los padres, cambio de local o cambio de nivel de
estudios, en estos dos últimos aunque mantienen los mismos compañeros, también
se vivencian cambios y habrán rostros y normas nuevas incluso pasar de ser el más grande al ser el más
pequeño es un cambio importante,en fin,
son muchas los motivos que pueden dar pie a esta decisión y no siempre los
hijos reciben bien esta noticia.
Tengamos en cuenta
que los cambios son difíciles de asimilar en ciertas edades, así los niños más
pequeños (kínder) verán la mayor dificultad en la ausencia de los padres y
cuesta mucho ese desapego, por lo que las maestras están atentas a este periodo de adaptación que los padres deben comprender. Los niños más grandes ya tiene
ciertas ideas de su vivencia en el colegio y los cambios siempre parten de la comparación:
“mi colegio era mejor, más grande, mis amigos son más buenos, los profesores no
me conocen, no entiendo las normas del centro etc, todas estas frases nos dan
idea de lo renuentes que son a los cambios cuando éstos se dan sin explicárselos.
Por los motivos antes
mencionados o cualquier otro que sea, entendamos como adultos que ellos no
comprenden esas causas y además suelen estar acompañadas de mucha carga
emocional que dejamos de lado para actuar de manera práctica y esperamos de
ellos lo mismo, sin darnos cuenta que aún no cuentan con las herramientas para
sobrellevar todo a la vez.
Seguir adelante.- Esta
exigencia sobre nosotros mismos, se da porque asumimos la realidad con
responsabilidad, sin embargo los hijos están aprendiendo ambas cosas, no podemos exigirles ello pero
si podemos enseñarles a continuar “a
pesar de” porque en el futuro habrán muchas más lecciones en este sentido.
Es probable que te pidan continuar el vínculo con el anterior colegio y/o
amigos, y eso está bien mientras que al mismo tiempo se den pasos hacia
adelante y no se viva en el pasado.
Lo desconocido
causa temor a cualquiera, por ello es recomendable ubicar qué es precisamente
lo que esta originándolo, así también evitamos la angustia de los padres, que
se incrementa al ver los cambios de actitud en ellos y muchas veces esta
angustia se transforma en cólera o culpa.
Tampoco se trata de evitar que sienta esos temores o negarlos porque así
tampoco ayudamos a fortalecerlos ante situaciones difíciles, que como bien sabemos,
son parte de la vida y es nuestro deber prepararlos para ello.
¿Qué podemos hacer?
Ayudarlo a resolver.-Preguntarle
qué es lo más difícil, porqué y cómo lo piensa resolver, nos dará cuenta de lo
que tu hijo está viviendo, a veces no tendrá claro sus temores, ayúdalo a
ubicarlos y expresarlos; en otras ocasiones te dará distintos sustentos,
ayúdalo a aclarar sin minimizar su miedo
y en la resolución podrás escuchar desde
las ideas más fantasiosas hasta las violentas y ese es el momento de canalizar
aquello que pasa por su mente para orientar las acciones y las consecuencias de
las mismas; con esta práctica, ante tu ausencia, él tendrá el mismo ejercicio
de análisis antes de actuar decidiendo con menos impulsos y asumiendo los
resultados de su elección.
Ten paciencia.- Estos procesos
no son inmediatos, pero tu propósito de ayudarlos a fortalecer tendrá frutos
permanentes en tu hijo. Habrán días en lo que no querrá comentar, basta con observarlo, a veces sus actitudes
nos dicen muchas más, por ejemplo dificultades al dormir, pérdida de apetito, estado
irascible o desgano, No es fácil para ti
con cientos de cosas por hacer, pero no olvides que tampoco es fácil para él y tú
eres su seguridad ante los cambios, si no cuenta contigo, entonces ¿con quién? ¿qué
alternativa le das si siempre te encuentra indispuesto?.
Presencia.-Si la oscuridad
necesita luz para ser eliminada, el temor necesita compañía. La clave es
comprensión en la justa medida - sin exagerar o minimizar- pues estas actitudes
lo harán sentirse desvalido y eso no se espera de los padres, todo lo
contrario, brinda confianza porque si mientes o callas algo, por evitar dañarlo,
él no volverá a confiar en ti y le será más difícil confiar en los otros justo
ahora que necesita abrirse a los demás y sentirse aceptado y respetado.
DESDE SU PUNTO DE VISTA.-
Los niños suelen tener ciertos temores ante los cambios abruptos o muchos
cambios pequeños, que serán sencillos de manejar pero que demandan ciertas habilidades
de su parte y mucho apoyo de la familia.
Veamos que puede estar pasando dentro de la cabeza del “alumno nuevo” respecto
a:
·
Los amigos.- ¿Cómo será el grupo?,ninguno me
habla, parece que no tengo nombre solo soy “el niño nuevo”, me miran de forma
incomoda, ellos ya se conocen, hay grupos formados si entro al que no es
correcto, ellos no tienen nada que ver conmigo, extraño a mis amigos, ¿qué estarán
haciendo ahora mismo?
· La Familia.- No puedo fallar, van a llamar a mis
padres si no hago bien las cosas, mis notas tienen que ser buenas y no me
siento bien aquí, ¿por qué me castigaron? ¿por qué me obligan a pasar por esto?.
· El Colegio.- Es distinto de tamaño, no conozco a
los profesores, no entiendo el sistema, no me gusta presentarme en cada hora de
clase, el método de los profesores es muy distinto y no me gusta, no voy a
participar en clase, no se parece en nada a “mi colegio”.
NO OLVIDAR

Cada crisis puede
ser una experiencia de crecimiento si todos los apoyamos, aquí algunas recomendaciones:
- Compañeros.-Preguntar diariamente cómo les fue en el colegio, así recoges y canalizas sus experiencias y opiniones transmitiéndole confianza. Puedes realizar una actividad en casa para conocer a sus compañeros.
- Familias.- Los padres de los amigos de tus hijos, también se convertirán en tus amigos, tienen mucho por compartir y serán un apoyo valioso en distintas circunstancias, participa de las actividades que permitan integrarte al grupo.
- Colegio.- Existe una alianza tácita para que los objetivos se logren, es importante generar un vínculo con los docentes a cargo y participar activamente en las reuniones y actividades que se programen, recuerda que el colegio realiza una parte de la labor, pero la responsabilidad de la formación de tu hijo es tuya.
Finalmente, al ser
un alumno nuevo,tienes la oportunidad de cambiar muchos aspectos en tu vida,
como tus hábitos y costumbres que pueden mejorar y adaptarlos al nuevo entorno.
Como padres también podemos ser nuevos y mejores en al apoyo y constancia a nuestros
hijos; solo tomando la oportunidad de vivir esta etapa juntos
vamos a lograr un vínculo de confianza solido que nos ayudará en las etapas
futuras .
¡Qué importante es el diálogo! Para mirarse y mirar el contexto por dentro y por fuera... muchas veces olvidamos que los niños también tienen problemas por resolver día a día.
ResponderEliminarMuchas gracias por escribir Giulianna
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